Aceite
de ricino

Aceite de ricino, un impulso para el crecimiento del cabello 

Las uñas, las pestañas, las cejas, la piel... El aceite de ricino se utiliza desde hace siglos en todo tipo de usos. Pero, ¿es realmente tan milagroso como dicen? Y para nuestro cabello, ¿es el secreto de una magnífica cabellera que nunca deja de crecer? Encuentre todos nuestros datos al estilo de Rapunzel en este artículo.

¿Qué es el aceite de ricino?

¡Originario del norte de África y de Oriente Medio, se conoce desde el origen de los tiempos! El aceite de ricino se obtiene por prensado en frío de las semillas de la planta de ricino, un pequeño arbusto tropical ligeramente invasivo, y se ha utilizado durante siglos como combustible, antiséptico y producto de belleza. Al contrario de lo que indicaría su nombre en inglés ("castor oil"), no tiene nada que ver con el animal, ¡no sufra! Todo lo contrario: es 100% vegetal y solo quiere hacerle bien.

¿Por qué le gusta tanto a nuestro cabello?

El aceite de ricino es rico, tan rico que es casi obsceno. Compuesto por los ácidos grasos ricinoleico, oleico (omega-9) y linoleico (omega-6), nutre, hidrata y protege en profundidad. Brillo, suavidad, fuerza y vigor: ¡casi se pueden oír los aplausos del cabello! Pero es en el cuero cabelludo donde su acción es más reconocida: con sus propiedades antiinflamatorias y antibacterianas, ayuda a limpiar y purificar el cuero cabelludo al tiempo que estimula la microcirculación. El resultado: el cabello crece más rápido y más fuerte gracias a este aporte de nutrientes esenciales. ¡Ideal para cuando ha tenido un pequeño revés en la peluquería!

Cómo utilizar el aceite de ricino para el cabello

Como todos los aceites, debe aplicarse sobre el cabello y el cuero cabelludo secos (el agua no es su amiga). Puede encontrarlo puro o mezclado con otros aceites que potencian sus efectos. No es casualidad que forme parte del dream team de dos de nuestros productos clásicos de culto: ¡Complexe 5 y el aceite embellecedor 5 Sens!
 
Aplícalo sección por sección, masajea generosamente para estimular la microcirculación y déjalo actuar antes de pasar al resto de la rutina. ¡No podemos prometer que seas capaz de hacer "rappel" en tu trenza al día siguiente, pero deberías notar la diferencia en unas pocas aplicaciones!