De las plantas a los extractos
Mucho antes de ser un concentrado lleno de beneficios que cabe en la palma de la mano, cada producto René Furterer nace de una planta. Mucho más que una materia prima, la planta es una inspiración, un conjunto de ingenios que, siempre que se conserven, están esperando a ser explorados.
Botánica, el primer borrador de un producto Furterer
El conocimiento de las plantas también implica varias áreas de conocimiento complementarias. Antes incluso de imaginar un uso o una formulación, los botánicos trabajan para identificar los recursos naturales existentes y sus propiedades potenciales o probadas.
Para un botánico, el conocimiento proviene de la capacidad de identificar especies. Para ello, René Furterer y Pierre Fabre disponen de la mayor colección privada de muestras de plantas del mundo: más de 15.600 con más de 1.200 especies conservadas, entre ellas más de 300 amenazadas, en 2 conservatorios botánicos. Estas reservas excepcionales se dedican tanto a la investigación como a la conservación y salvaguarda de las especies amenazadas.
Los expertos en fitoquímica se dedican a analizar incansablemente las moléculas de las especies y sus modos de acción. Como las plantas nunca terminan de revelar sus secretos, es esencial cultivar constantemente una nueva perspectiva. Al fin y al cabo, la innovación consiste en hacer algo nuevo a partir de algo conocido.
La innovación también puede provenir del acceso a un recurso, o incluso del descubrimiento de una planta que aún no ha sido catalogada. Todo esto se hace dentro de un marco normativo muy estricto, el del Protocolo de Nagoya, que salvaguarda la protección de la biodiversidad y la preservación de los recursos naturales tanto conocidos como por descubrir.
Las plantas nunca terminan de revelar sus secretos.
Agricultura y transformación: de la planta a su extracto
Cuando el interés de una planta y la necesidad de cuidar el cabello se encuentran, comienza la historia. El proceso cambia de escala para permitir la producción de un extracto a nivel industrial con el más estricto respeto por la planta y por los criterios de desarrollo sostenible bajo los que opera René Furterer.
El principio inmutable de la producción agrícola sigue siendo el de la sostenibilidad del recurso. Poner en peligro los ciclos naturales de los ecosistemas u obtener algo de ellos a largo plazo está totalmente fuera de lugar. Por esta razón, René Furterer prefiere cultivar las plantas en su propio terreno: una zona de 200 hectáreas de cultivo ecológico en la que mantenemos nuestra huella medioambiental lo más controlada posible. Cuando esto no es posible, establecemos asociaciones con especificaciones tan estrictas como las que nos imponemos a nosotros mismos. El 97 % de nuestros proveedores son auditados regularmente y la trazabilidad de nuestros suministros está garantizada en todas las etapas. Al mismo tiempo, llevamos a cabo acciones de conservación y replantación a nivel local, como en Madagascar con la distribución de plantas de Moringa a los agricultores de Ranopiso. Para la producción de karité, moringa, pfaffia y argán, también hemos desarrollado cadenas de suministro éticas en los países de origen de estos cultivos.
Una vez cosechada la planta, hay que extraer las moléculas necesarias para fabricar el principio activo. Todo esto se lleva a cabo en nuestras instalaciones francesas. Primero en el laboratorio, donde se establecen las especificaciones que se esperan de nuestro producto final, así como sus criterios de eficacia y seguridad. La planta se disecciona, sus moléculas quedan al descubierto; nada se nos escapa.
Una vez concluida esta etapa y desarrollada la receta, la producción se traslada a nuestro centro de Gaillac para alcanzar la escala industrial. Los métodos de extracción dependen de los requisitos del producto final y de la formulación prevista, pero hoy en día nuestros procesos incluyen disolventes orgánicos que han demostrado ser completamente seguros y tener un impacto medioambiental limitado. En todas las etapas se realizan exhaustivos análisis para garantizar la estabilidad del extracto y su conformidad con las especificaciones y normativas previstas. Las dosis, la presencia de metales pesados, los agentes patógenos, los alérgenos, la toxicidad... todo se examina antes de la aprobación que luego lleva a la producción industrial.
Si el camino de la planta a su extracto parece bastante lineal, ¡es porque no se puede ver el bosque por los árboles! Hay tantas formas de abordar un nuevo proyecto como proyectos; lo importante es mantener la mente abierta, la pasión por ampliar los conocimientos y una hábil mezcla de humildad hacia la naturaleza e inspiración en su observación.
Siguiente paso: ¡de la formulación al producto!
La innovación también consiste en hacer algo nuevo a partir de algo conocido.
Nuestros productos, diseñados para usted
