¡Ser feliz, aceptarme como soy!
Valerie podría mover montañas, solo con el poder de su positividad. Radiante y enérgica, es una de esas personas que ha decidido no dejar que la adversidad la defina. Por el contrario, si las pruebas de la vida le han enseñado algo, es que es demasiado corta para ver todo en blanco y negro. A sus 55 años, ha aceptado la menopausia como una transformación más que le ofrece la naturaleza y la ve como una oportunidad para reinventarse, una y otra vez, y encontrar la belleza en las pequeñas cosas que aportan riqueza a la vida.
¿De dónde viene tu positividad?
Mi filosofía de vida es que nosotros decidimos ser felices, elegimos la importancia que le damos a las cosas y no sufrir, levantarnos y seguir adelante. Siempre he sido una gran amante de la naturaleza: cuando te pones a mirarla, ves la belleza por todas partes, y su capacidad de reinventarse constantemente. Eso es lo que me inspira y me hace ver las cosas en perspectiva. He tenido mi cuota de tragedias, pero he elegido levantarme y seguir viviendo aún más por todos aquellos que ya no pueden.
¿Es lo que te ha ayudado a llevar bien la menopausia?
¡Desde luego! Porque ¡qué dolor de cabeza cuando llega! (risas). Y ni siquiera hablo del tabú que es, ¡incluso entre amigas no hablamos de ello! Soy peluquera desde hace años, y ninguna de mis clientas se ha atrevido a decirme «tengo el cabello menos denso, creo que está relacionado con la menopausia». ¡Aunque todas lo experimentamos! Por el contrario, lo tomé como un hecho: así son las cosas, ¿cómo puedo lidiar con ello para seguir siendo feliz? Es como con las flores, ya sabes, el tiempo pasa factura, pero la belleza permanece, cambia si no nos tomamos el tiempo de verla de otra manera.
Mi cabello se volvió más frágil, más fino, empecé a perderlo de forma más visible y a perder densidad también.
En cuanto al cabello, ¿fue un momento importante para ti?
El cambio en mi cabello era importante, ¡pero no era la única preocupación! Entre los sofocos, las arrugas, el aumento de peso... Después de un tiempo, hay que afrontar los hechos, ¡las sesiones de fotos se acaban! ¡Y no es tan malo! Mi cabello se volvió más frágil, más fino, empecé a perderlo de forma más visible y a perder densidad también. ¡Así que me lo corté! Así de fácil, un bob largo... Si le queda bien a Jane Fonda, ¡me quedará bien a mí después de todo! Después de mi nuevo corte de pelo, mi peluquero me recomendó un tratamiento con Triphasic para frenar la caída del cabello y ayudar a devolverle la densidad. ¡Eso, Jane no lo tiene! Lo hago dos veces al año y ¡se lo recomiendo a todas mis amigas!
¿Ha cambiado esta transición a la menopausia tu relación con la belleza?
No necesariamente, es más bien una expresión de mi filosofía de vida. Lo importante es no querer quedarse fija en un molde, como ocurre con las flores en el momento de su floración. Lo importante es la energía que desprendes. Es esencial amar el cambio, acogerlo, abrazarlo y convertirlo en algo positivo. ¡Y es contagioso! ¡La edad no es una carga! Tenemos tantos motivos para estar tristes o preocupadas, que debemos centrarnos en encontrar lo bello que nos rodea cada día.
Una página nueva en lugar de una revolución, ¿verdad?
La rutina de Valerie
¿La solución para controlar la menopausia y la caída del cabello? ¡Se trata de cuidarse y quererse tal y como una es!
1. Un tratamiento de tres meses Triphasic, una o dos veces al año, para frenar la caída progresiva del cabello y ayudar a que mi cabello mantenga su densidad.
2. Además, utilizo regularmente el champú Triphasic para fortalecer mi cabello. ¡También facilita el desenredado!
3. Un secado diario es esencial cuando se tiene el cabello fino, de lo contrario, no se puede hacer nada con él y ¡pierde la forma enseguida!
4. Champú en seco en las raíces para un efecto de volumen inmediato y para frenar la pérdida de densidad. Permite probar peinados sin preocuparse del tipo de cabello
Es esencial amar el cambio, acogerlo, abrazarlo y convertirlo en algo positivo.
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