¿Qué pasa con el cabello? ¿Hay algo a lo que hayas renunciado durante el embarazo?
Héloïse: La primera vez, me hice unas mechas que no me gustaron: Me sentí culpable por haber hecho algo cuando no sabía realmente el impacto en mi bebé. Le pregunté a mi peluquero, pero no parecía estar muy seguro de que fuera del todo seguro y no me tranquilizó. Decidí dejar de teñirme el cabello durante este embarazo. Marion: Tengo una rutina muy básica normalmente, dedico mucho menos tiempo a mi cabello que a mi piel. No he cambiado mucho, aparte de dejar las mechas para más adelante, ¡hola, canas!
¿Qué fue lo primero que pensasteis de la coloración del cabello a base de plantas?
Marion: Al principio estaba desconcertada, lo hablamos en un grupo de WhatsApp con unas amigas y una de sus primas lo probó y acabó con el cabello verde, ¡así que no era superalentador! ¡El resultado es estupendo! Fue una experiencia muy agradable, con un tiempo de aplicación muy corto, apenas 30 min entre la aplicación y el aclarado. Tras el aclarado, no quedaba ningún rastro del tinte en mi piel, lo que me tranquilizó bastante. Y el color es perfecto, muy natural, uniforme, con un tacto suave y sedoso inmediatamente después del secado.
Héloïse: Me sorprendió la aplicación: fue muy agradable, una suave sensación de calor y un olor muy natural, como a heno, en contraposición al olor a amoniaco y la sensación de quemazón del tinte.
Y después de seis semanas, ¿qué aspecto tiene?
Marion: Estoy bastante impresionada. Ha aguantado tan bien como mis tintes habituales, ni más ni menos. Por otro lado, realmente he sentido que mi cabello estaba más sano y brillante durante este período. No he experimentado ese efecto de montaña rusa con un «wow» en las primeras etapas y un «oh, tendremos que volver a cambiar» poco después. Se ha mantenido muy constante, como si, seis semanas después, acabara de ponérmelo. Héloïse: Sí, esa es la diferencia que yo también he notado. El resultado inicial es bastante similar, lo que ayuda a generar confianza. Pero con el tiempo, el cabello no se vuelve progresivamente apagado y seco. Al contrario, se mantiene lleno de vitalidad, sin necesidad de tocarlo demasiado, y eso, en pleno embarazo, cuando todo lo demás se va al garete, ¡es una verdadera maravilla!