Coloración por oxidación (permanente)
La coloración por oxidación, también conocida como coloración «permanente», te permite elegir cualquier color, del más claro al más oscuro, sea cual sea tu color natural de pelo. Se mantiene muy bien en el tiempo, pero a largo plazo causa un daño considerable a la fibra capilar. A menudo es necesario decolorar el pelo antes de aplicar el pigmento deseado.
Coloración semipermanente (baño de color)
La coloración semipermanente, también conocida como bañoi de color, se desvanece después de 6 a 8 lavados con champú. Te permite probar un nuevo color sin correr demasiados riesgos. Es la opción ideal si no sabes qué tono elegir para tu coloración permanente. La única limitación es que a menudo es necesario decolorar antes de aplicar el color, sobre todo si quieres aclarar el cabello.
Coloración tono sobre tono
La coloración tono sobre tono añade reflejos y colores del mismo tono que el color natural del cabello. No requiere decoloración y, por tanto, es mucho menos perjudicial para la fibra capilar, pero la elección de tonos es más limitada.
La coloración vegetal
La coloración vegetal añade reflejos intensos al cabello. Compuesta por activos derivados de plantas como la henna, envuelve el pelo en una envoltura de pigmento. Es el único tipo de coloración que no daña la fibra capilar: por el contrario, fortalece y protege el cabello a la vez que le da reflejos de color. Sin embargo, no aclara el color natural.
El balayage y las mechas
El balayage matiza el color de tu pelo aclarando u oscureciendo algunos reflejos. Las mechas funcionan según el mismo principio, pero con un contraste mucho mayor. Las mechas y el balayage pueden hacerse en cabello natural o teñido.